María Fernanda Candal y tapia


OBRA PICTÓRICA

María Fernanda E. Candal y Tapia.

 

Nace en Coruña, un espléndido día de julio de hace ya algún tiempo. Lo primero que ven sus ojos es un magnífico  paisaje marino del Castillo de San Antón.

Su primer contacto con la pintura,  fue como estudiante de Bachillerato, con Felipe Criado.

Años más tarde goza del privilegio de trabajar durante algunos años con Antonio García Patiño, y ahí descubre la -magia-artística- de un auténtico genio. Y es entonces cuando se mete de lleno en la pintura.

 

Conoce a Carmen Senande, Escultora  y pintora, que la anima a seguir por esa línea de intenso contenido cromático.

 Así que desde 1979  en donde se ven sus comienzos hasta la actualidad, no ha parado.

 

Su concepción de la pintura es un tanto peculiar, encuentra que este medio tiene que tener -utilidad- y debe ser  recíproca, tanto para el autor como para el poseedor.

 

Entiende el arte como algo que -sirva- para desarrollar  emociones, pensamientos, sensaciones, a la par que  te  conduzca hacia algún lado; es decir, que provoque en el que lo observe algún tipo de desazón.

 

No ve la pintura como algo meramente estético. La pintura  al igual que la música,  debe transmitir algo, bueno o malo pero debe de generar algo.

 

El cromatismo envuelve su obra, las estructuras geométricas  aparecen por doquier, los vórtices se vislumbran detrás de cada obra, en todas subyace ella misma. Es su sentimiento,  es su forma de ver, oír y sentir la vida.

 

El impacto del color, hace salir de la monotonía. Su obra no  te deja impasible, te obliga a volver la vista atrás.

 

Su pintura es personal, vitalista, vivencial, entusiasta, y expresiva.